El grafeno es un nanomaterial formado por átomos de carbono y entre sus muchas propiedades destacan una mayor resistencia que el acero, gran ligereza, transpirabilidad y conductividad.
Al incorporar grafeno al colchón, creamos un núcleo hiperconductor que produce una temperatura ideal para dormir. Los núcleos de visco-grafeno proporcionan un espacio extremadamente conductor en la zona de contacto con el cuerpo que facilita el flujo térmico, convirtiéndose en un material que inhibe la convección del calor, permitiendo así un descanso placentero al distribuir el calor por toda la superficie, evitando la acumulación de calor y favoreciendo el equilibrio térmico.
Regulando la temperatura durante nuestro periodo de descanso diario, conseguimos un sueño más profundo, reparador y recuperador de energía, reduciendo la fatiga, aumentando la fase del sueño llamada "sueño profundo" con la que mejoramos nuestro rendimiento físico y mental.
Éstas son sólo algunas de las muchas ventajas que ofrece el uso del grafeno en el confort cotidiano, como su gran durabilidad y calidad.
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