Colchón V6 de turmalina y grafeno

Turmalina es una piedra preciosa que pertenece a la familia del circonio y cristaliza en forma romboédrica, lo que le confiere la característica natural de la flauta y su sección transversal triangular. Su nombre procede de la palabra cingalesa (Siri Lanka) "thoramalli" que significa "piedras de colores mezcladas" precisamente por la combinación de piedras de colores que presenta.

La principal propiedad distintiva de la turmalina es que se la conoce como un potente canalizador de energía, por lo que se recomienda en tratamientos para mejorar los estados de ánimo de tristeza y depresión, así como para mejorar la autocomprensión y la confianza en uno mismo.

El colchón TurmaGraf está tratado con partículas de turmalina, un mineral con propiedades piroeléctricas y piezoeléctricas, responsable de la emisión de iones negativos o enanos beneficiosos, que mejoran la calidad de vida. Gracias a este innovador proceso, es posible reducir la concentración de iones positivos, presentes en las radiaciones electromagnéticas generadas por la contaminación ambiental y perjudiciales para nuestra salud. Se crea así un ambiente relajante que favorece el descanso y aumenta la calidad del sueño. Otro aspecto a destacar son sus efectos beneficiosos sobre la piel, los huesos y las articulaciones. Ayuda a prevenir dolores de cabeza, depresión, irritabilidad, insomnio, migrañas y enfermedades respiratorias

O Grafenocomúnmente conocido como "el material del futuro" es un material que, por sí mismo, combina y acumula un gran número de propiedades que no se dan juntas en la naturaleza en ningún otro material, esto significa que si aplicamos grafeno a cualquier superficie, mejorará 100% de sus condiciones iniciales.

Las principales propiedades del grafeno son su alta conductividad térmica y eléctrica. Elevada elasticidad (deformable). Alta dureza (resistencia al rayado). Alta resistencia. Alta densidad.

El colchón TurmaGraf incorpora nanofibras de grafeno en la capa viscoelástica. Con su aplicación conseguimos multiplicar por mil el flujo térmico, lo que se traduce en un descanso placentero sin interrupciones por acumulación de calor. Además, este material es hidrófobo, por lo que proporciona la capacidad de repeler líquidos, evitando así la humedad y, en consecuencia, la proliferación de bacterias y ácaros. Además del uso del grafeno, nos beneficiamos de su efecto ionizante, que se encarga de liberar la energía estática de nuestro cuerpo mientras dormimos.