- Mayor comodidad: Un sillón para ancianos puede tener respaldo y asiento acolchados, así como brazos y ruedas para facilitar la movilidad.
- Seguridad: Muchos sillones para ancianos disponen de bloqueos y frenos de seguridad para evitar que el usuario se caiga o se lesione.
- Facilidad de uso: un sillón para ancianos puede ajustarse fácilmente a distintas alturas e inclinaciones, lo que puede ser útil para personas que tienen dificultades para caminar o que necesitan apoyo adicional para levantarse.
- Estimulación mental: Algunos sillones para mayores tienen actividades integradas, como juegos y rompecabezas, que pueden ayudar a estimular la mente y prevenir el deterioro cognitivo.
- Fácil de transportar: Algunos sillones para personas mayores son plegables o tienen ruedas extraíbles, lo que facilita su transporte cuando se está de visita o de viaje.